Mujer Migrante - Doble reto
Hoy es 8 de marzo – día internacional de las mujeres. ¿Hay motivos para celebrarlo?
El 60% de las personas más pobres del planeta tienen rostro de mujer. Las mujeres y niñas están más expuestas a situaciones de violencia y de pobreza, no hay ningún país en el mundo donde las condiciones económicas y la seguridad sean iguales para hombres y mujeres.
Hay países en los que estas desigualdades y las dificultades para defender sus derechos o para ejercer libremente su profesión, entre otras discriminaciones, empujan a las mujeres a un proceso migratorio, que siendo mujer es más difícil y las condiciones menos seguras. Es importante destacar que muchas de estas mujeres vienen responsabilizándose solas del viaje de sus propios hijos e hijas.
Además de las dificultades propias de cualquier viaje de migración, hambre, frío, pobreza, ELLAS se enfrentan a amenazas, abusos, agresiones sexuales y violaciones por el camino.
Cuando llegan a España, las barreras no desaparecen, y siguen soportando múltiple discriminación sólo por el hecho de ser mujeres, a lo que se suma tener un origen étnico o creencia religiosa determinada.
Durante el año 2022, la población extranjera en Burgos ha alcanzado el 10% de las cuales más de la mitad son mujeres. En Atalaya Intercultural, el número de mujeres que atendemos alcanza el 55,6%.
Es un reto revertir las dinámicas de desigualdad y precarización que sufren las mujeres migrantes:
- La marginación social, la pobreza, el desempleo y la dependencia económica son factores que aumentan la discriminación de las mujeres, y las hace más vulnerables tanto a la violencia de género como ha aumentar el riesgo de ser víctima de trata.
- Sufren abusos laborales, no siempre verbalizados, pero siempre muy sentidos. Los sectores de trabajo de la mayoría de mujeres son en sectores de cuidados domésticos, en los cuales la invisibilidad es un factor de riesgo para la explotación y para el abuso en todos los sentidos de cualquier persona. Según el informe datos de la OIT en España el 50,4% de las mujeres inmigrantes extracomunitarias trabajan por un salario inferior al salario mínimo interprofesional, sin tener en cuenta aquellas que trabajan dentro de la economía sumergida.
- Es muy preocupante el aumento del discurso xenófobo y las actitudes racistas que sufren las mujeres migrantes.
Ante este hecho cabe destacar el gran valor de la mujer.
Para este 8M queremos reivindicar el reto de convertir la experiencia de ser mujer migrante en una fortaleza. Generar sociedades donde puedan expresarse con libertad y seguridad, que sientan la acogida, y poder participar en la sociedad en igualdad de oportunidades.